Vivir con animales

Quien no reconozca lo sucedido el viernes 2 de diciembre de este 2016 contra la divisa monetaria venezolana, la economía, pero específicamente contra el pueblo; estaba en otra galaxia. En Venezuela mucha gente no está pendiente de algo tan importante, porque se distrae de manera sobrenatural.

Fue un suceso de trascendencia que dejó sensaciones de pánico colectivo y reacciones confusas en cuestión, el ataque fue brutal, bestial en el mejor sentido de la palabra. Tomando en consideración las causas y efectos de la embestida contra la patria, solo había que tener una mínima idea de donde se generaba; de una furia ya conocida, de la anti patria y el imperio. Como se pensaba desde un principio, la contrarrevolución mostro sus instintos animales con sumo desparpajo, no importo enfermedad ni edad, condición social ni color, solo era preciso causar terror y desesperación, en parte casi lo logran; pero la presa se les escapo de las manos de nuevo.

Actuaron de una manera irracional, como animales. Muchas fueron las preguntas que se hicieron y se hacen todavía la gente racional, sin entender quien respondería de una manera cierta, lógica; no hubo quien en la oposición pero si en el gobierno: En esa confusión que se transformo en “el día que se soltaron las bestias”, mucha gente se preocupaba por la compra de alimentos, pero no había dinero en efectivo, solo plástico, tampoco maquinas dispensadoras de billetes (cajeros automáticos), mucho menos el llamado y oprobioso “avance de efectivo”, método que debe desaparecer pronto de la costumbre facilista que ha sido adquirida por la clase trabajadora para aportar mas consumismo desmedido en medio de un proyecto socialista que se debe profundizar a conciencia, el consumo esta generando una especie de arte y oficio que se refleja en las continuas colas y trueques, jugadas de cualquier tipo, compras nerviosas y muchas veces sin nervios. Es que casi medio país tiene tarjeta, mucha gente por trabajo y otra por ayuda; que son bastantes y que también se debe revisar a quien y porque se le entrega.

El salvaje ataque cibernético contra el cono monetario, debe ser aclarado y determinar culpables, que no deben ser tomados en consideración para perdón, amnesia, negocio, intercambios o en la mesa de dialogo, solo deben pagar por tan cruel actitud inhumana y cobarde… que no se olvide esta experiencia para las nuevas generaciones. Pero también otro fenómeno sacude al pueblo venezolano; el juego de animales o animalitos, Terrible y mordaz,- vergonzoso y vulgar modo de obtener dinero, se cree que es más fácil ganar con animales que con sudor y esfuerzo en el trabajar. Vemos a diario como las colas se forman en las agencias de juegos de envite y azar, mayormente personas de sectores populares, que arriesgan una cantidad de dinero a diario en busca del dinero fácil, lamentablemente niños y niñas, jóvenes y adultos han percibido que con los animales se puede obtener algo de dinero sin mucho esfuerzo, Craso error cambiar comida por un juego de animales.

Estamos en medio de un fenómeno de descomposición moral e incumplimiento de los principios básicos como ciudadanía, o sea; estamos conviviendo entre animales.

Agustín Ruiz

Publicado en El Oriental, 09 de diciembre de 2016