Bachaqueo Legislativo


Las llamadas ferias solidarias que realiza el Gobierno Bolivariano en los estados y regiones del país para obtener los productos básicos en materia de alimentación, producen una sensación de alivio ante tanta presión de las empresas productoras y distribuidoras de alimentos, el comercio especulador y por supuesto el criminal bachaqueo. Este comentario surge ante lo que la gente desesperada llama “a ver qué se consigue”. Sí, ver que se puede conseguir y si alcanza el presupuesto. La llamada feria del pescado, muy bien promocionada y articulada con los medios de producción y distribución del estado, para que se dé la oportunidad de adquirir tan importante y necesario producto debido a los días de la Semana Santa y para mantener la costumbre católica de no comer carne los días santos.

¿Qué se debe hacer para no caer en la misma rosca de la distribución y precios privados?.

Inicialmente creemos que se debe integrar a los grupos organizados en comités de alimentación y consejos comunales. A la vez, participar de la puesta en venta del, o, los productos en las comunidades seleccionadas. Es entonces cómo se observa a un diputado del Consejo Legislativo Socialista del Estado Monagas (CLSEM), con su grupo por supuesto, como el encargado de la venta y distribución de los productos, mientras que el llamado poder popular hace las respectivas colas sin aviso y sin protesto. Precios que van desde 20,30 y 40% de descuento son los que se ofrecen en los diferentes rubros. Es necesario hacer la crítica ante las constantes quejas del pueblo con respecto a cómo se esta llevando a cabo el respectivo seguimiento y control de esta actividad, que parece estar bajo el control absoluto de un diputado del CLSEM. El grito de decepción viene desde El Tejero, hasta Temblador. Recomiendo que se escuche, como escucho yo a mis vecinos y vecinas, que me llaman y me envían mensajes de texto comunicándome la fiesta que tiene prendida el “camarada diputado”. Azúcar, frijoles, café, sardinas, verduras y hortalizas son algunos de los productos que recibe y vende el “compatriota socialista”. Todos son adquiridos personalmente bajo su propuesta, oferta y demanda, para darle la oportunidad de ser vendidos en las comunidades por medio de las Ubch y CLP, sin participación de las mesas de alimentación de los consejos comunales (…).

Es preciso revisar todo lo relacionado con la responsabilidad asignada por el Ministerio de Alimentación para la aplicación de estos operativos. También preguntar si es pertinente que el amigo diputado se haga acompañar por voceros de las mesas de alimentación del consejo comunal del sector, con el respectivo informe para ser entregado al ente correspondiente, especificando desarrollo de actividades, personal involucrado, distribución y manejo, balance de precios, márgenes de ganancias y principalmente, quiénes son beneficiados con la actividad realizada. En realidad no es querer interrumpir y mucho menos crear descontento ante lo que debería tener un poco más de transparencia y participación del poder popular, solamente es para que no se establezca el bachaqueo legislativo.

Agustín Ruiz
Publicado en El Oriental, 08 de Abril de 2016

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