¡Clap, Clap Clap!

    La distorsión de la economía venezolana se mantiene, sin poder lograrse aún obtener la formula para acabar con tan terrible situación que mantiene en pleno desespero a la mayoría del pueblo. Las estrategias aplicadas por el Gobierno Bolivariano, no parecen incomodar y mucho menos debilitar las estructuras especulativas que, al parecer, están mas fortalecidas.

    El llamado dólar paralelo, o dólar today, dólar negro, o como se le llame,  ha construido un nuevo mecanismo para continuar royendo sin compasión alguna el bolsillo y estomago de la clase mas vulnerable economicamente, que resiste con valor y continua en espera de la solución a uno de los peores males que le ha tocado vivir en la era del joven Siglo XXI. Las capacidades de control del gobierno nacional no se reflejan, las estrategias para minimizar la especulación y la usura chocan contra un plan muy bien elaborado, no solamente para ser aplicado en contra del pueblo, también para debilitar las líneas estratégicas del programa de gobierno.

     El acaparamiento y contrabando, unidos al temible bachaqueo, se conjugan para mostrar las debilidades en materia de política alimentaria, teniendo como ejemplo de ello la creación de institutos y ministerios paralelos al de alimentación, que viéndolo de manera franca seria mas que suficiente si se aplicaran las R al cuadrado, control y seguimiento, eficiencia o nada. La Gran Misión Abastecimiento Soberano, pareciera que sigue en periodo de prueba, el Ministerio de Agricultura Urbana no deja de ser una bella representación, en medio de ellos esta el Ministerio de Agricultura y Tierras, vocero de informaciones que dejan un alito de esperanza en medio de la ausencia de buenos resultados de la siembra productiva que no se visualiza en medio de tanta importación. En varias oportunidades hemos escuchado a ministros y voceros anunciar la cosecha de tantas miles de toneladas de arroz por ejemplo, de café, azúcar, granos y tubérculos, producción de leche por miles de litros y toneladas en polvo, materia prima para la producción de harina precocida; con tantas plantas procesadoras y dependiendo de una polar, que cada día se alardea mas ante las debilidades improductivas del Estado.

     La lucha es a muerte por el pan nuestro de cada día, trigo y mas trigo, importado por supuesto, siguen las colas para comprar el alimento preferido y aquí no ha pasado nada para impedir que se siga aumentando de precio, recordando al cantor del pueblo Ali Primera; seguimos flacos y ellos aumentando de peso: Ante tanta vaina que estamos pasando y que no dejan de echarnos, surge otra estrategia que pone a prueba la honestidad, lealtad y eficiencia de los liderazgos locales creados desde el laboratorio del poder regional y no originalmente como fue concebido por el Presidente Maduro, para ser ejecutado y controlado por los movimientos sociales y el poder popular organizado, los Comité Locales de Alimentación y Producción (CLAP), que poco a poco ha sido tomado por la misma carroña que corroe todo lo que encuentra a su paso. Ya estamos sintiendo la toma de los Clap, solo nos queda aplaudir ¡Clap, Clap Clap!

Agustín Ruiz

Publicado en El Oriental, 28 - 10 - 2016